Los chicos tienen la palabra

Las siguientes entrevistas fueron realizadas por alumnos de 3º8º y 3º9º de EEM 2 de Lanús "Francisco Ramírez" para el Espacio Curricular Institucional Periodismo II.
Este espacio es mi reconocimiento al esfuerzo, la tenacidad y la perseverancia de un grupo de adolescentes para conseguir la palabra de personas reconocidas dentro del mundo de la política, los derechos humanos,el arte, la ciencia, etc.


Entrevista a Mex Urtizberea

El pasto tenía espinas, unas espinas muy dolorosas que me pinchaban los pies

Es músico, actor, conductor, soltero, con su metro setenta de alto y su peinado alocado, Mex Urtizberea nos divierte todas las noches a las 00:30, por canal 7, en su programa llamado “Laboratorios Dormevú”. Después de un viaje no muy largo, llegamos a Canal 7, y los de seguridad nos hicieron esperar a que venga alguien del programa a buscarnos, una vez en el, vimos la grabación del programa con la invitación de Rolando Hanglin y Lía Crucet. Una vez que finalizó la grabación, Mex nos invitó a su camarín para dar por comenzada la entrevista en un lugar muy tranquilo.


Por Pablo Cabrera y Nicolás Coronel.


-¿Dónde naciste?

-Nací en Capital, más precisamente Belgrano. Y después estuve viviendo por San Isidro, Caballito. Estuve viviendo un año en Francia y luego en el barrio de San Telmo.

-¿Qué cosas recordás de tu infancia?
-Recuerdo que salía al patio, un patio grande con un jardín. Salía a jugar con mis hermanos y el pasto tenía espinas, unos pinches muy dolorosos que me pinchaban los pies. Y a mí no me gustaba. Hasta que luego mis padres me compraron un calzado que evitó que me pinche los pies. Tuve una linda infancia.

-¿Tenías mascota?
-Sí, tuve muchas mascotas. Me encantan los perros, los adoro. Me acuerdo que tuve un perro que se llamaba Betún, que lo quería mucho, y él me cuidaba. Un día me acuerdo cuando era chiquito, me fuí como 5 cuadras, muy lejos. Yo era chiquito y el cartero cuando llegó a mí casa, le avisó a mi mamá que estaba a 5 cuadras y que no me trajo por que el perro lo atacaba y no dejaba que se acerque (risas)

-¿Cuántos hermanos eran?
-Éramos seis hermanos, una familia numerosa.

-¿Y te llevabas bien con ellos?
-Sí, yo soy uno de los más chicos y me llevaba bien con los más chicos, porque los grandes siempre estaban estudiando y preocupados por que se llevaban materias.

-¿Eras buen alumno?
-Sí, nunca me llevé una materia. Pero no porque me gustaba estudiar, sino por que siempre veía a mis hermanos más grandes muy preocupados cuando se llevaban materias y yo no quería que me pase eso a mí. Es más, me acuerdo que una vez no aprobaba matemática y ya me había puesto la nota en el boletín la profesora y le rogué, hasta me puse de rodillas para que me aprobara. Y no me acuerdo que le dije que a la mina. Le causó mucha gracia y cambió la nota del boletín.

-¿Qué estudiaste?
-Estudié el secundario con bachiller, nada mas, por que mis papás no me hinchaban tanto con la escuela.

-¿Cómo era la relación con tus padres?
-Bien muy bien, era muy buena. Mi madre ceramista, artista y mi viejo periodista, periodista muy capo de los ´60 y ´70.Tenía un programa de radio en Radio Municipal en la mañana de la 2X4. Es un capo. Un tipo que siempre nos dejó hacer lo que queríamos. Siempre nos bancaron estudiar o lo que quisiéramos hacer. Y yo ya a los 6 años tenía una batería, tocaba la batería y rompí las bolas con eso y los volví locos. Tengo el mejor recuerdo de mis viejos por que me han bancado todo!

-¿La música marcó algo fuerte en tu vida?
-¡Sí, sí, me encanta, me encanta! Sí, hago música desde chico todo el tiempo. Vivo música y estoy pensando música. Canto música. Tengo épocas más que otras, pero cuando estoy tocando o empiezo a tocar y veo al grupo, más me meto. Me encanta. Me quedo horas. Me gusta mucho. Por eso siempre tengo grupos en los programas, que es costoso. Y siempre me dicen que no, pero igual rompo las bolas y lo tengo. Me gusta. Fijate que hoy toqué con Lía Crucet (risas) y me parece divino.

-¿Cuál fue la primer banda que tuviste?
-Siempre algún grupo de gente del colegio. Pero banda, fue en el grupo MIA, Músicos Independientes Asociados. Era un grupo muy importante en la década del ´70 y estaba Líto Vítale, la hermana, Andrea Álvarez, que se yo, cantidad de músicos de esa época. Y era una comunidad 14 músicos, casi 20 personas como mucho. Vivíamos prácticamente juntos. Teníamos un estudio de grabación, micros de gira, fue la primera producción independiente. Después aprendieron a producir así Los Redondos, Los Piojos, y todos esos grupos, aprendieron de MIA.

-¿Y después?

Y después tuve otros grupos. Tuve un grupo que se llama La Sonora del Plata con el que hice dos discos hasta el ´91. Después, en el ´92 hice “De la cabeza”. Era todo música instrumental hasta ese momento. Y hay empecé a hacer música cantada, empecé a hacer letras para el programa. Hicimos un disco con Alfredo Casero, que se llamaba Gestando a la Halibour. Ahí tocaba la batería. Y después me dediqué más a la tele. El próximo disco que hice fue (piensa) con los que tocan conmigo. Hace 6 años que estamos juntos. Pero hemos tocamos más en televisión, más en el medio, que en vivo. Y los amo. ¡Son unos músicos tremendos!

-¿Y cómo fue tu adolescencia?
-Muy tranquila. Era en época de los milicos. Se salía poco. Yo salía poco. Me acuerdo que la pasaba en casa jugando a los naipes con mi amigo, Carlitos Sepiulca y mi hermano. ¡Hacíamos campeonatos de cartas (risas), aburridísimos (risas)! Pero yo me divertía, hasta el día de hoy. En la adolescencia empecé a salir: porque tenía que salir a buscar unas minas, es la posta. Pero el deseo (piensa)... a mí me gusta conversar y yo era, soy un petiso. Pero no era un tipo que digan: “Eh!, llegó el petiso hijo de p… y nos va a robar todas las minas” (risas).La música fuerte...todo eso iba contra mi persona. Sabía que lo que me sostenía era la lengua y conversar. Hablaba fuerte y no me escuchaban (risas) y era petiso. Entonces, salí un par de veces y ahí conseguí una novia que me duró 6 años. No había necesidad de volver a salir. A los 24 años tuve a mi hija Violeta. Y después me casé 4 veces. ¡Y me quedan muchas mas! (risas)

-¿Y cómo llevas la relación de padre con tu hija?
-Muy buena. Ahora que estamos viviendo solos, nos vemos poco. Porque son muchas horas de trabajo el de ella y el mío. Pero es muy buena.

-¿Y recordás algún lío que hayas hecho y que tu hija lo repitió?
-A ver (piensa)... Sí, algunas cosas parecidas, sí. Cuando jugaba con la comida y la tiraba por ejemplo. Me acuerdo que siempre que hacía algo yo le decía: “Violeta, dejá eso a la cuenta de 1, 2...‘No papá, no papá, me decía’, y 3”. Y la agarraba de la oreja (risas) y me pedía por favor que la suelte, que se iba a portar bien. Yo veo a veces la novela que esta haciendo en Canal 13 y veo que hace muchas cosas que hacía cuando era chica. Es como que con el personaje ella volvió a hacer de niña, pero de verdad. Todo lo que hace me pone nostálgico. También yo siempre tenía mis discos todos ordenaditos. Ella iba y los tiraba todos. Y yo me ponía mal. Hasta que un día pensé en no hacerme problema por eso. Las personas están pendiente -porque nos acostumbraron así los padres-, a estar todo el tiempo pendiente de la llave, del celular, que el frío, el abrigo, vení temprano, no hagas esto, no hagas lo otro, que está bien, porque uno aprende a ser responsable. Pero tal vez es así cuando uno se vuelve viejo. Y aprendí a no hacerme problema por esas cosas. Si se rompieron los discos, después compro otro o lo bajaré. O de alguna manera, lo tendré.

-¿Y seguís viendo a todas las personas que conociste?
-No. A todos no. Amigos de la infancia sólo uno. Yo creo que si estás con tu amigo o tus amigos viéndote todos los días, tenés 31 años y te seguís viendo, creo que hay algo que te faltó. Tal vez no maduraste. Porque uno tiene que tener otras responsabilidades que hacen que no veas tanto a tus amigos. Y tal vez no quisiste madurar todavía. Yo creo que todas las cosas llegan a su fin. Siempre trato de encontrar gente nueva. Es como que me canso de ‘siempre lo mismo’. Con los que me hablo, son pocos, muy poquitos. Los más recientes son Carla Petterson y algún que otro más del canal. Con Mike Amigorena tenemos una amistad muy fuerte, nos llamamos todo el tiempo, nos contamos cosas muy íntimas. Y también se que algún día se va a acabar eso por alguna que otra razón. Por ejemplo, hace poco se murió un amigo que era uno de los integrantes de MIA. Estuvo Lito Vitale. Yo ya estoy grande, tengo 48 años. Estoy más del otro lado que de este.

-¿Lo lloraste mucho?
-No, no se, lo normal. Tampoco fue una ceremonia toda triste: la corona enorme, el cajón, la caminata, todos llorando, todos vestidos de negro, todo melancólico, es parte de la cultura. En el norte de nuestro país sin ir mas lejos, festejan y se ponen todos en pedo, chupan, comen asado, hacen una fiesta enorme en homenaje a lo que vivió, a la despedida

-Dijiste que no fue una ceremonia triste, ¿Cómo lo despidieron?
-La ceremonia fue en Mar del Plata. A él lo cremaron. Fuimos amigos y familiares de él y tiramos las cenizas al mar, como él quería. Y no fue todo tan morboso y melancólico. Imaginate fue una sensación rara, tener a tu amigo hecho polvo en tu mano.

-¿Le tenés miedo a la muerte?
-(piensa y hay silencio) no, no se si es miedo. Es más curiosidad, tenerle miedo a lo desconocido, por que nadie volvió de la muerte. Así que no me pudieron contar que se siente (risas). Pero si, a quien no le gustaría saber que se siente. La verdad no lo pienso mucho. También es parte de la cultura. Nos acostumbraron así. En Oriente es distinto también: anhelan llegar a esa etapa de la vida para terminar con orgullo.

-Por último, ¿estás preparando algo para el año que viene?
-Tengo ganas de empezar con la radio, empezar este año y preparar para el año que viene (duda). Hay muchas cosas para hacer, muchas cosas que me proponen. Pero plan concreto para el año que viene, no tengo. Es la primera vez que no tengo. Pero vengo de cuatro años de trabajar parejo, duro, haciendo programa a la mañana tres horas, grabando a la tarde los Pells, durante un año seguido, haciendo radio, escribiendo en el diario. Muchas cosas. Tengo necesidad de parar, parar la bocha y pensar qué hay que hacer. Estoy ahora muy copado con esto. El programa tiene facebook y lo pueden encontrar en www.facebook.com/laboratoriosdormevu . Me gusta todo lo que manda la gente con respecto al programa.

-Bueno muchas gracias Mex!
-No, por favor, gracias a ustedes.

Entrevista a Viviana Canosa

“Nunca tuve que pagar un mango”

Viviana Canosa, tiene 39 años, nació el 30 de marzo de 1970. Está casada con el productor Daniel Tobal. Tiene 2 hermanas: la periodista Alejandra Canosa, y Beatriz Canosa. No tiene hijos. Su mascota, Tila, aparece frecuentemente junto a ella en televisión.

Por Belén Kruk y Romina Verón



¿Cómo es un día de Viviana Canosa?

¿Un día mío? Cuando no voy a la radio me levanto más tarde, como a las 9:30. Leo todos los diarios. Me fijo en la compu las noticias. Veo tele. Desayuno y estoy con mi perra Tila. A las 12, voy haciendo la preproducción desde mi casa. Después vengo para el canal. Como a las 15 me voy a maquillar y a peinar, sigo hablando todo el tiempo con la producción y a las 17, arranco el programa.

¿Cuántos años duraron tus estudios?

Terminé el secundario, estudié diseño, estudié en el ISER la carrera de Comunicadora Social. Después estudié periodismo y locución en un tiempo de cuatro años.

¿Siempre recibiste apoyo de tus padres?

Sí. Sí, siempre me han apoyado, de hecho cuando algo se me pone en la cabeza, no me lo puede sacar nadie. Y estaba convencida de que esta era mi profesión. Siempre tuve la convicción de que era esto lo que realmente quería.

En una entrevista dijiste que antes de los cuarenta años querías tener un bebé. ¿Todavía sigue en tus planes?

Todavía estoy a tiempo, me faltan un par de años, así que por supuesto que es una asignatura pendiente. Pero ahora tengo a Tila, mi bebé cachorra y seguramente, uno voy a tener.

¿Es verdad que va a salir a la venta tu revista el mes que viene?

Sí, a fines de septiembre estoy lanzando “Vi”, que es mi primera revista, y que la hago con empresarios Uruguayos. Va a salir acá, en Uruguay, y en otras partes de Latinoamérica. Pero no va a ser de espectáculos y chismes sino de interés general. Voy a darme el lujo de entrevistar a personajes del espectáculo importantes y a gente desconocida. La revista va a ser 100% Viviana. Va a tener un montón de mí, por lo tanto las cosas que a mí me interesan no son solamente el espectáculo. Así que va a ser muy amplia y tengo muchas expectativas, porque tengo que ir el sábado a la mañana a Uruguay para promocionar el mismo sábado, domingo y lunes la revista allá con un montón de amigos. No saben la agenda que tengo. Me quiero morir. Voy a laburar como una loca.

¿En Uruguay se ve tu programa?

Sí, allá en Uruguay el programa se ve todos los días en el canal 12. Pero se ve diferido, un día después y es un éxito total. Así que allá me quieren mucho y supongo que me va a ir bien.

¿Cuál es el famoso/a que admirás y respetas más?

Adrián Suar. Me encanta. Es un señor. Un caballero. Un tipo que tiene códigos y aunque no le debo nada y no me debe nada, cuando nos juntamos una vez cada tanto a tomar un café en su oficina a charlar y a pensar proyectos, me siento súper cómoda y me parece que tenemos el mismo código: gente de barrio y buena onda y que a pesar de que te va bien, ganaste mucha plata y tenés un lugar en el medio, tus valores no cambiaron. Y la verdad a la mayoría de la gente, lamentablemente, la cambia un montón.

¿Qué es lo que te gustaría hacer que no hiciste?

Un magazzine. Un top show. Un programa así como los de Estados Unidos, que entrevistan desde la persona más importante al menos importante, pero para ella todos son importantes. Porque a cada uno le va a sacar lo que ella quiere y me encantan los programas con historias de vida. Eso me encantaría hacer.

Entonces, podemos decir que lo tuyo son las entrevistas...

Sí. Me encanta descubrir el personaje, más allá de quién te conoce. Conocer su esencia, su vida pero no los chismes y su vida privada, sino su mundo interior. Eso me encanta. Lográs siempre una buena entrevista, si sos un buen entrevistador. Y si tenés un buen entrevistado. Así que eso es lo que más me gusta.

¿Qué hay de cierto en las peleas mediáticas?

Mirá, en las que trascurren en este programa, son siempre ciertas. Las que son armadas, se notan. Y las últimas que tuvimos, Fernanda Vives que decía que el de la foto sí era el Gordo Valor o que no era. Yo no podía creer lo que me estaba pasando. Yo no me creí la pelea. En general, las peleas que pasan acá son ciertas. Y te das cuentas cuando son armadas o cuando es espontánea. Y la verdad es que son muy espontáneas.

¿Tenés pensado hacer teatro este año?

No. Este año dejé para hacer Carlos Paz y la verdad, terminé muy cansada. No. Ya trabajé mucho: radio, tele y teatro. Con la tele me alcanza y me sobra. Quiero vivir, quiero tener una vida, quiero descansar. Me encantaría como cuenta pendiente hacer algo, pero no ahora.

¿En tu carrera tuviste conflictos legales con alguien?

No. Siempre puede mandar cartas documento alguien que se puede enojar con algo que dije. Pero juicio, juicio no. Nunca tuve que pagar un mango ni nada.

¿Por qué te fuiste del programa de Rial?

Es un tema pasado del que ya no hablo. Pero porque ya sentía que mi lugar no estaba más ahí. Y después, todo lo que ya saben.

¿Para el 2010 tenés alguna propuesta televisiva de otro canal?

Sí. Tengo propuestas de otros canales, pero también tango la de este canal. Por lo tanto, todo bien. Pero me parece que me tengo que quedar en este canal, aunque tenga propuestas muy buenas. También tengo la posibilidad de que el año que viene, si sigo acá, ampliando el proyecto este que te digo de hacer un tipo de programa más común, como el que yo quiero. Así que seguramente, me quedaré acá.

¿Qué consejo le darías a una persona que está empezando a estudiar periodismo?

Bueno que tenga mucha libertad para trabajar y que no se traicione a sí mismo, a pesar que te pongan un montón de obstáculos. A mí me han puesto un montón. Te digo a vos, no como un consejo, porque no me gusta dar consejos, no transes nunca. Disfrutá de lo que hacés, sentilo plenamente. Aunque tengas un montón de obstáculos y te quieran bajar y te quieran sacar. Si vos tenés presente tu meta, vas a cumplir todos tus sueños y te lo deseo de corazón: que disfrutes esta carrera que es muy difícil, como todas, pero sobre todo para las mujeres. Así que siempre sé leal con vos misma.

Entrevista a Juan Novoa

“TODAVÍA SE PUEDE HACER ALGO MÁS”

TIENE 31 AÑOS Y ES EL ACTUAL BAJISTA DE LA BANDA PUNK ‘EXPULSADOS’. LO ENTREVISTAMOS EN EL BOLICHE ‘LA RUBIA’ DE LA LOCALIDAD BONAERENSE DE LONGCHAPS.



Por Luz Figueroa y Federico Álvarez


-¿Dónde naciste?
-Nací en Caballito, el 1 de enero del 78, pero no era de ahí. Sigo viviendo acá en la localidad de José Mármol. Un día como ese, terminé naciendo por allá.

-¿Y cuándo fue el momento de tu infancia o adolescencia cuando dijiste: ‘quiero ser músico, me gusta la música’?
-Había salido algo de Michael Jackson en la tele y estaba a full. Y ahí ya me re gustaba la música. Igual, desde chico me dice mi mamá que me gustaba Raffaela Carrá, y que bailaba, que me volvía loco.

-Cosas del momento ¿no?
-Claro, cosas del momento. Pero me re enganchaba con la música. Igual a esa edad, creo que tenía 8, no sabía bien que onda. Pero después me empecé a volver loco con los parlantes. Había una chica en la primaria que tocaba la guitarra para nosotros y me interesaba, pero yo no sabía por qué. En mi casa, mi papá no era músico y mi mamá tampoco. Mi mamá canta y mi papá cantaba en casa. Pero tampoco tenía un hermano músico. Tengo hermanos por parte de padre, que tampoco son músicos y no sabía cómo llegar a la música. Pero ya a los 10, me compré un guitarra.

-¿Y cuál fue la opinión de tus padres de ser músico?
-Todo bien, todo bien. Habrán pensado que era, y yo también, algo más que al tiempo no le iba a dar bola.

-¿No les molestó entonces a tus viejos?
No, no. Tuve un quilombo una vez, cuando a los 14 años ya tenía un bajo. Me acuerdo una vez que mi viejo me tiró el bajo, el primero que tuve. Me lo tiró porque andaba mal en el colegio.

-¿Te lo compraste con tus propios recursos?
-La verdad que él tenía un compañero de laburo, que era mi padrino, y que me había dado unos mangos. Además, tenía una tía que me dio unos mangos, y yo algo había juntado. En esa época, cuando era más chiquito, me daban una mensualidad.

-Igual los bajos no estaban tan caros como ahora ¿no?
-Claro. A los 13 trabajé en una librería, cortaba el pasto para los vecinos, esas cosas. Fue con plata de trabajo. Ahora me estoy dando cuenta,

-Algunas changuitas…
-Claro, hacía esas cosas. Creo que me salió $100, y yo pensé que era $190. Y después cuando junté la plata, al final era $109. El primer bajo me salió algo de $100, $109.

-¿Cuáles fueron las bandas que a vos te influenciaron para hacer actualmente lo que hacés?
-La que me voló la cabeza cuando yo tenía 13 años, fue Attaque 77. Lo vi en la televisión y me volví loco. Dije ‘listo, yo no quiero seguir mas, no quiero estudiar mas, quiero hacer esto, quiero tocar’. Creo que a partir de ahí. Pero ya mas grande, me fui dando cuenta que había pibes un poco mas grandes que yo, tipo de 10 años mas, que estaban haciendo música.

-¿Cuáles fueron tus primeras bandas?
-La primera banda fue con un chico de Claypole. Yo tenía la guitarra pero no sabía tocar, y el tocaba la batería. Y me volvió loco. Con él formé una banda. Pero jugábamos...poníamos el casete de Los Ramones y tocábamos arriba. Yo hacía que tocaba o que cantaba con la guitarra, porque no sabía tocar.

-¿A qué edad empezás a tocar la guitarra?
-La tuve a los 10. Y en séptimo grado ya estaba en esta locura de tratar de imitar con la guitarra, pero no la sabía tocar. Después la rompí, porque le puse las cuerdas del bajo. Y en primer año me quise hacer amigo de un pibe que andaba medio ´panka’(sic), del que me dijeron: ´ese pibe toca la guitarra y toca el bajo. Se llama Fernando Liendro’

-Con nombre y apellido…
-Sí, imaginate. Me enseñó a tocar. Después lo metí en Expulsados. En una época tocó, después me metí con él. Cuando me enseñaba, al poco tiempo yo aprendo y tengo tanto entusiasmo que me meto en la banda con él a tocar el bajo y formamos una banda: Glasgow.

- ¿Glasgow fue tu primer banda?
Claro, al final sí, claro la primera banda de verdad, porque con ese chico de Claypole no habíamos armado nada. La primera banda de verdad es con Fernando y con un chico: Pietronague (sic), que tocaba la batería.

-¿Y con esta banda te subiste por primera vez a un escenario?
-Puede ser en el cumpleaños de 15 de la novia del batero, me parece. Como una banda que ya tocaba algún tema propio, alguna composición mía, o algún cover. Sí, creo que es esa, que es los 15. Yo estaba en primer año, tenía 13 años.

-Entonces, ¿a los 13 años tenés tu primera banda?
-Claro. Venía tocando con la guitarra desde los 10, pero como banda a los 13.

-Después de tu primer banda, ¿Cómo llegas a Expulsados?
-Después de tocar con este chico, Fernando. Había un programa de radio que en esos tiempos iba por “FM ACUARELA”, creo que estamos hablando del ’91. Había una banda que se llamaba Mareados que cantaba un tal “Chino”. Me gustaba la onda de la música. Y entonces veo un cartel en Lomas que dice: “Mareados busca bajista”.Y los termino conociendo en una sala a Sebastián, Guillermo y Miguel, que son los chicos de Cuchillos.

¿Y esto en qué año fue?
-Esto es en el 92´. Habíamos tenido unas discusiones, era mi primera banda, y me fui para ese lado. Y ahí empecé con los chicos de Expulsados. Que después le pusimos el nombre y todo.

-¿Después te vas de Expulsados?
-Sí, pero creo que fue en el ‘99, en el verano ese del ‘98 estuve tocando. No sé si toqué en el ´99 o en el ´99 me fui, por ahí. Claro, yo en el primer disco no salí.

-Y después de tantas vueltas, ¿cómo volvés a Expulsados?
-Yo quería volver. Yo hace tiempo quería volver a tocar, pero lo que pasa que tenía todos los otros grupos que fui formando. Y varias oportunidades tuve la oportunidad de volver. Pero se complicaba con lo que yo hacía con los demás grupos, y yo no podía ni quería, ni me interesaba cortar con ellos. Y ahí no se dio.

-¿Y qué sentiste en tu vuelta? la gente gritando Juan Novoa…
-Eso era lo que yo también quería. Era la onda que me gustaba. Porque tuve un montón de bandas que hicieron onda Ramones y todo eso. Y me sentía parte de eso, con todas esas ganas que tuve de volver. Porque al principio había cosas que la banda no tenía, y le fuimos dando una forma. Y los años que pasamos juntos tocando y que se hayan dado un montón de cosas... Tenía ganas de volver al grupo. O los iba a ver y me decían: “tenés que estar vos”.Y la verdad que a mi me caía re bien el bajista que se fue, Martín. Y a Ariel lo descubro yo, tocando con una banda que ahora toca en Generación Zoombie, pero en esa época era Astro Zoombie , y era increíble el chabón (sic).

-Es también un bajista muy querido por la gente de Expulsados…
-Fue mi primer fan. Pero tuvimos problemas porque después yo lo metí a Fernando, el que me había enseñado a mí. La banda lo quería colgar. En una de esas les dije: “chicos, yo conozco un chabón (sic) que puede tocar el bajo o la guitarra”.Yo lo vi tocando el bajo. Y yo pasé a tocar la guitarra. El que estuvo genial fue Ariel.

-¿Cómo te llevas vos con el resto de los integrantes de la banda?
-A Bonzo lo conozco, toqué con el antes de irme, él ya tocaba en esa época. Primero tocó Guillermo, después tocó Ariel. Y ahora el que mas conozco, el mas nuevo es Marcelo, y me llevo re bien.

-¿Te costó mucho volver a integrarte?
-No, no porque ya los conocía. Lo que pasa es que había ido a tocar a la costa, había compartido comida, casa y todo con los otros chicos y los conocía un poco más. A Marcelo lo conozco un poco menos todavía. Éramos chicos en esa época. Ahora medio que cada uno tiene su chica, y todo.

-¿Cómo es la previa de un show de Expulsados?
-Sí, hay ensayos. Y nos juntamos a veces para hablar. A veces queremos ensayar y tenemos que terminar arreglando cosas, o protegernos. Ver que es lo que nos pasa alrededor. Hablamos de lo que nos pasa con tal persona y como podemos ver para que las cosas no salgan tan terribles…

-¿Vos grabaste tu primer CD con Expulsados?
-El primer CD, que para ellos es el octavo.

-¿Qué expectativas tenés con este nuevo CD?
-Y, las mejores de las suertes. Yo creo que Sebastián puso buenas canciones. Yo tenía siempre buenas canciones. Y a él no se le acabó para nada esa magia para hacer canciones. Y creo que tiene más cantidad de mejores canciones. Y mejores todavía.

-¿Fue el primer CD de Expulsados?
-No, fue el segundo. Hay uno que se llama “Expulsados”. Ese también lo grabó Sebastián. Anda bien, suena bien, capaz que suena mejor que los demás, pero yo creo que todavía se puede hacer algo más.

-Y después de tantos años de carrera, de conocer a los chicos de Expulsados, ¿Cuál es la diferencia entre el Expulsados de antes y el actual?
-La diferencia es que crecés. Uno crece y empieza a tener una relación con alguien. Por ejemplo, Ariel ahora va a ser papá otra vez, ya tiene un nene. Y Sebastián ahora está bien con una chica. Y la única diferencia es eso. Formamos familias diferentes. Antes nosotros éramos una familia.

-Musicalmente, ¿Ves un crecimiento grande en la banda?
-Sí, te lo dicen: “che, esta banda está bien”. Más que nada ya somos todos grandes de edad, ya no tenemos 17 y ya no vamos a la costa como antes.

-No sé si frecuentas mucho Internet pero, ¿Qué opinás de los fotologs, los blogs con tu nombre?
-Me gustan. Pero cuando a veces cuando dicen algo mal, tengo que tratar de entenderlo y me quedo medio peleándome. A veces también me bardean . Cuando está todo bien pienso que si, que tiene que ser así. Y cuando está todo mal, pienso: “capaz que este chico piensa mal que soy…”. Porque cuando me bardean, me quedo flasheando y digo: “no, pará, capaz que el pibe no te entiende, o flashea mal”.

-¿Por ejemplo?
A veces piensan que vos tenés la culpa de que la entrada salga tanto. Que si no parás a ayudarlo sos mala persona. Y a veces no podes hacer todo lo que los demás quieren. Pero bueno, yo lo entiendo porque soy más grande. Pero hay pibes que a los 15 piensan bien o recontra mal inútilmente.
Hoy llegué en un bondi. Pero flashean mal si te ven bajando del 506 y te cruzás. Capaz que si te ven en una combi y si te dicen “eh” y no te das vuelta. Por eso trato de no quedarme encerrado en un camarín, por que a mí no me hace bien ni nada. Creo que el personaje que estoy haciendo no necesita esconderse de nada. A mí me gusta al revés.

-Aparte no es tu estilo, ¿no?
No, claro. En Cosquín agarré y en vez de bajar con la gente, me quedé por ahí dando vueltas. En el camarín no hay jodas, hay jodas entre los músicos. Pero tienen que tocar. La joda estuvo siempre en los recitales. A mí que siempre me gustó el punk rock y fui a ver, la joda está en la puerta con los pibes que no pueden entrar y están tomando algo. Esa es la joda. Yo que me la pierdo toda y me como la burbuja, me quedo ahí, me quedo en un lugar encerrado para tocar. Si no disfrutás con las personas lo que hacés, no te sirve de nada. Sería nada más un trabajo. Mandarte la parte en algo que no va. Igual, hay gente que tiene que ser así.

-¿Seguís manteniendo tus amigos de antes o hay algunos que perdiste, o porque cambiaste?
- No, no. Pasa que se enojan conmigo, cualquiera con mis amigos…

-Como el problema que tuviste con Cuchillos…
-Claro, ellos no entendieron que yo me tenía que ir. Pero lo que pasa que en ese momento se enganchan con una que los demás, capaz que tienen ganas de odiarme por algo y se le pegan con todo. Yo llegué temprano para tocar y nadie me dio bola. Y me tenía que ir porque quedé de palabra con los pibes para hacer ahora la foto del disco y ni se dan cuenta si era de noche o de día. Al final, a los pibes les conviene que me vaya bien para que a Cuchillos le vaya mejor. Pero la cortaron. A veces pasa eso con los amigos

-Actualmente, ¿Cuántos bandas tenés?
-Actualmente estoy en un proyecto que se llama Pelea de Gallos, con Expulsados con “Clase”, donde voy a cumplir 10 años y con Arañas, donde estoy con gente que está tocando en algo que se llama Grandes Valores del Punk.

-¿Y cómo hacés con tantas bandas? ¿Tenés algún tiempo especial?
-Sí, tengo ese tiempo especial. Me dedico a esto nada más. No estudio guitarra, no estudio piano, no estudio nada. Estudio los temas de las bandas y vivo como en una nube. Me junto con los pibes como cuando recién empecé y digo: “bueno, tenemos esto” y trato de desarrollarlo.

-¿Cuáles son los próximos shows con Expulsados?
-Con Expulsados tengo un tour de 10 días que termina en Bariloche. Y los chicos están arreglando algo para tocar en España. Ahora con esto del nuevo disco, es como la excusa para tocar un montón. Y terminaríamos acá, en La Trastienda. Ojalá suena bien el lugar...

Entrevista al Padre Luis Farinello

“La muchachada no entiende a la iglesia”

Miércoles cerca del mediodía, el bar-comedor de Canal 7, con un jugo de por medio, el padre Luis Farinello se prestó a contestarnos algunas preguntas sobre su vocación y la actualidad.

Por Natalia Parada y Tatiana Guiñazú

¿A qué edad nació su vocación religiosa?

Cuando me decidí por esta vocación tenía 18 años. Me ordené sacerdote en el año 1964.

¿Y en qué parroquias estuvo?

En dos solamente. Estuve en Quilmes y en Bosques. Ahora estoy en Florencio Varela, donde soy párroco de tres parroquias.

¿Cuáles son esas parroquias?

Las parroquias son: “Juan el Precursor”, “Virgen de los Milagros” y “Virgen Madre de la Fe”.

¿En todo el tiempo que le dedicó a esto, ¿Tuvo la posibilidad de conocer a alguno de los Papas?

Sí. Estuve con Juan Pablo II. Viajé dos veces a Roma donde lo pude ver y después lo volví a ver cuando él viajó a Argentina. Siempre estuvimos con grupos de personas, nunca a solas.

¿Por qué cree que la Iglesia Universal atrae a tantos fieles?

Porque promete milagros, prosperidad y progreso económico. La gente busca que Dios los ayude de forma milagrosa. Si a vos te prometen, vos vas. Muchas veces la gente está de paso y no van más, porque generalmente las promesas no se cumplen.
En estas religiones les hacen hacer novenas o cosas así a la gente. Y al tercer o cuarto día, les empiezan a vender cosas. No me gusta eso de que le saquen plata a la gente o que cobren los casamientos.
No se puede mezclar a Dios con el dinero. Dios es demasiado grande como para vivir de él. Ellos tienen templos impresionantes. Yo hago capillas de chapa y madera en los barrios. No me gusta ese tipo de religión. A mí me gustan las cosas más sencillas.

Ya hace tiempo que la gente lo conoce pero, ¿Cómo llegó a los medios?

Como estuve tanto tiempo en Quilmes y estuve preso con los militares por ser un cura tercer-mundista, me fueron conociendo. Mucha gente tenía mi teléfono y ,como estaba siempre en el mismo lugar, cualquier situación que había en el país, me preguntaban qué pensaba. Y así me fui haciendo conocido. Se fue dando con naturalidad. El que tuvo una importancia muy grande fue (Mariano)Grondona.

¿Por qué?

A mí todavía no me conocían a nivel nacional y Grondona me llamó para que hable en su programa. Fue un programa formidable donde yo hablé con todo mi corazón. Lloré, dije muchas cosas sobre la pobreza y, a partir de ahí, me fueron conociendo. Después de eso, escribí libros, viajé por todo el mundo y di conferencias.

¿Cuándo sintió la necesidad de escribir su primer libro?

Cuando la gente me fue conociendo, vinieron las propuestas. Las editoriales me dieron la oportunidad. No es algo que tenía pensado, la vida te va llevando.

Y lo de las conferencias, ¿cómo se dio?

Un argentino, que es profesor en las Universidades de Nueva York, me propuso hablar de la pobreza allá. Nunca imaginé estar en esa situación. Son cosas que la vida te permite hacer. Así la gente se va acercando e interesando.

¿Usted cree que en la actualidad hay menos creyentes que antes?

Sobre todo jóvenes, hay pocos que van a la iglesia. La iglesia también tendría que adaptarse más a la vida de hoy. Estamos atrasados en muchas cosas. La muchachada no entiende a la iglesia, ni la iglesia a la muchachada. Hay muchas cosas que podríamos cambiar para ser más creíbles, para estar más cerca de ellos.
La iglesia es muy estructurada, muy cerrada en sí misma, ya tiene mas de dos mil años de historia y cambiar algo es muy difícil. Hay tradiciones que están tan metidas...No es como estas iglesias brasileras de las que hablábamos, que no tienen ni quince años, tiene otra seriedad. Pero también tanta tradición nos hace mal, porque nos impide cambiar. No tenemos la valentía suficiente. Pesa mucho tanta historia.

Usted tiene una fundación para ayudar a la gente, ¿Quién lo ayudó a construirla?

Artistas como León Gieco, Teresa Parodi y Víctor Heredia, pastores evangélicos, rabinos judíos y la gente, tiene mucho que ver.
Yo bauticé a ochenta mil chicos, hice sesenta mil casamientos, pero no quiero dinero. Entonces la gente, como sabe que tengo la fundación, me trae comida y ropa para los treinta comedores que tengo en todo el país.
La gente es buena y uno no la tiene que traicionar. Si la gente ve con sus propios ojos que es verdad que uno trabaja con los pobres, lo cuenta, se conmueve, se mueve y ayuda. Esto es un trabajo de muchos años.

En este momento, ¿con qué medios se sustenta esa fundación?

Nosotros tenemos treinta medias becas que nos da el gobierno de la provincia. Y después, de las donaciones de la gente.

Nombró a varios cantantes antes, ¿Cómo los llegó a conocer?

Porque hacemos una vez al año un festival que se llama “El Honrar la Vida” y vienen muchos cantantes, como Piero, Jairo, Mercedes Sosa, El Chaqueño y los que ya nombré. Cantan tres ó cuatro canciones cada uno y la entrada es comida. Saco toneladas.

Para cerrar la entrevista, ¿Confía en que la sociedad va a cambiar?

Esto depende mucho de cada persona. La sociedad la hacemos todos. Si cada uno de nosotros fuéramos mejores, las cosas cambiarían. Mucha gente espera que cambie el otro, pero uno mismo no cambia. Entonces, las cosas no funcionan. El que es médico tiene que ser médico, tiene que atender al enfermo, no por el dinero, sino por amor. El que es abogado, debe defender la justicia. El que es maestro amar a los chicos.
Si no hay hombres nuevos, gente buena, no habrá sociedad distinta. Cada uno de nosotros es el responsable. Cada uno es como una gotita. Pero todos los hombres del mundo, serían como un aguacero. Todos tenemos que hacer el aporte que nos corresponde.

Entrevista a Juan Di Natale

“Aprendí a leer antes de empezar primer grado”

Juan Di Natale nació el 20 de febrero de 1969, en el barrio de Palermo, en la Capital Federal. Es el conductor del programa radial “Day Tripper” que se emite por la FM Rock & Pop y del programa semanal de televisión “CQC”. En pareja hace muchos años, nos recibió en la radio donde trabaja, con un café de por medio, en el jardín de las instalaciones.

Por María Florencia Galeotti

-Sabemos que sos un amante de la lectura, ¿cuándo empezó esta pasión?
-De chico. Yo aprendí a leer en casa. Tengo dos hermanos mayores, había libros de lectura en casa y aprendí con un libro que había en casa con el que aprendió la gente de mi generación, se llamaba “Upa”. Y entonces aprendí a leer antes de empezar primer grado, ya de chiquito empecé a tener ese interés. Me gustaba leer novelas y cuentos infantiles. Y de adolescente me empezaron a gustar otras cosas.

-¿Qué tipo de cosas?
-La ciencia ficción, fantasía. Poco tiempo después, empecé a leer clásicos, novelas del siglo XIX.

-¿Hay alguna novela que te haya marcado?
-De esa época, la colección Minotauro, por ejemplo. La tenía mi hermano y yo tomaba todo de ahí. Así fue que leí todo El Señor de los Anillos, todos los libros de Tolkien, novelas de Flaubert, Dostoievski. Después empecé a abrirme a otras cosas.

-¿Dónde hiciste la secundaria?
-En el Pellegrini, que depende de la UBA y está en la calle Marcelo T. de Alvear. La Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini.

-¿Con la intención de ser contador o algo por el estilo?
-Claro, sí, con una idea muy precaria. De chico creía yo que me gustaba la contabilidad o la matemática. Después de 2° año de secundaria, me di cuenta que esto no me interesaba. Terminé la escuela ahí, no hice los 6 años.

-¿Por qué?
-El Pellegrini en esa época tenía una opción antes de que existiera el Ciclo Básico para entrar a la UBA. Si vos hacías un año más, entrabas a la Universidad sin dar el examen de ingreso. Y en mi época que ya existía el CBC, esto se reforma y podías hacer 5 ó 6 años. Si hacías 6, podías entrar directamente a la Facultad de Ciencias Económicas. Yo hice 5, porque no era lo que me interesaba.

-¿Estudiaste Filosofía y Letras?
-Letras. Filosofía y Letras es la Facultad. La carrera es Letras. Está la carrera de Filosofía y hay 7 u 8 carreras más. La carrera que hice es Letras. No la terminé.

¿También hiciste la carrera de Ciencias de la Comunicación?
-No. Cuando estaba haciendo el CBC, estaba dudando si sociología, psicología, letras... barajaba también Ciencias de la Comunicación. Me decidí por Letras y el primer año de la Facultad, paralelamente fui a una escuela de periodismo, en el Instituto Grafotécnico. Pero no me gustó. Ahí la carrera es de 3 años y creo que hice el primer semestre y me fui.

-¿Empezaste a trabajar con Mario Pergolini?
-Si

-¿Y cómo es tu relación hoy con él?
-Hoy ya no nos vemos tanto. No trabajamos más juntos. Compartimos la radio, pero él trabaja en otro piso. Así que prácticamente no nos vemos.

-¿Cómo te sentís con el nuevo ciclo de CQC con nuevos compañeros?
-Muy bien, muy cómodo. A Gonzalo, por supuesto lo conozco de antes, ya éramos compañeros. Si bien no nos veíamos mucho, siempre tuvimos una buena relación. Y con Ernestina (Pais) somos amigos desde hace más de una década. En realidad, fuimos socios en “Los Inrokuptibles”, la revista que hicimos juntos, con un montón de otra gente. Así que buenísimo que fuera ella, porque no sé si me hubiera sentido igual de cómodo con otra gente. No creo que hubiera podido acompañar a otra gente en la conducción que no fuera Ernestina.

-¿Cómo ves la Televisión hoy en día?
-Bueno, es lo que hay. Es el de los medios masivos, un negocio, no es otra cosa. No hay un objetivo edificante, me parece, en los directivos de los grandes medios. Lo que hay que hacer es un negocio lo más rentable posible, vender lo que más sale. Después, en el medio lo que hay son personas. Todos los que trabajamos en los medios somos gente también, y cada uno tiene sus puntos de vista, posiciones, cosas que están dispuestos a hacer y cosas que no. Esto tampoco es algo totalmente rígido, también va cambiando con el paso del tiempo. Es un momento muy raro en los medios, porque también los medios masivos son un escenario combate político.

-¿Hay muchos intereses de por medio?
-Esto no es de ahora. Me parece que es un momento especialmente duro en este sentido. Y además un momento de crisis en el que, efectivamente, se han bajado los recursos respecto a hace 1 ó 2 años. Hay menos dinero circulando y eso se nota.

-¿Qué pensás de la nueva Ley de Radiodifusión?
-No tengo una opinión formada porque no conozco el proyecto en detalle. Lo que si conozco y lo que veo son los gestos y los intentos de manipulación de una parte y de otra, con respecto a este tema. Ojalá hubiera un interés genuino por modificar un estado de cosas que no deberían ser. Si esto fuera así, bienvenido. Después, siempre está el temor de que lo que haya sea una intención de manipular a la prensa, controlarla desde el poder político.

-¿Creés que se cumple?
-Lo cierto es que la actual ley de radiodifusión tampoco se cumple. Es como modificar algo que está vigente pero en una forma muy relativa. Yo trabajo en una radio, cuyos dueños son capitales extranjeros, algo que no está permitido por la ley actual de radiodifusión. Los mismos dueños de esta radio, también tienen más radios, y tampoco está permitido. Y sin embargo, no pasa nada. Y hay publicidad oficial, y no hay ningún tipo de sanción. Entonces hay un alto contenido de farsa en todo este debate.

Entrevista a Anabella Messina

Es una gran cosa trabajar de lo que a uno le gusta”


Anabella Messina tiene 34 años, está casada desde hace 7 años, vive en Caballito y fue mamá hace 6 meses. Nos recibió en los estudios de Telefé, donde actualmente trabaja como periodista.


Por Yésica Graff y Evelyn Villa

¿Qué soñabas ser cuando eras chica?
-La verdad es que cuando era chica pensaba en que iba a ser bailarina. Yo estudié danzas desde los cuatro años, casi cinco. Y la verdad es que soñaba con bailar en el Colón. Y de hecho me presenté, hice una prueba y seguí bailando hasta hace dos años atrás. Eso soñaba cuando era más chica.

¿Cuáles fueron tus comienzos en el periodismo?
-Cuando comencé el secundario, mejor dicho, promediando el final del secundario, empecé un Taller de Periodismo en el colegio. Ahí es cuando me empezó a “picar el bichito” del periodismo.

¿Qué te gustaba hacer en el Taller?
-Me encantaba hacer reportajes, escribir, contar historias y ahí empecé a ver que era eso lo que me gustaba.

¿Cuántos años tenías?
-Y a los 16, en cuarto año. Ahí es como que empecé una nueva etapa en mi vida. Como que la anterior estaba más dedicada a la danza: danza clásica, tap, jazz,. Era lo que yo hacía.

¿Te costó Periodismo?
-En realidad, terminé el colegio y empecé estudiando en la Facultad: hice el CBC, fuí a la carrera de Comunicación Social en la UBA, hice toda la carrera. Y al principio, la verdad es que cuando empecé a estudiar, tuve una crisis . Llegué a decir “¿Es esto realmente lo que me gusta o no?”.

¿Por qué pensabas eso?
-Porque la carrera no está muy focalizada en el periodismo práctico. Justamente la carrera de Comunicación Social es mucho más abarcativa. Entonces tiene el análisis de la comunicación más general, no tan particular del periodismo. Y recién el último año, que hacés la especialización en Periodismo, es donde quizás tenés más herramientas para poder decir “¿es esto lo que quiero o no?”

¿Otros estudios?
-En el medio también comencé a estudiar Derecho: hice cuatro años en Derecho pensando en que no era Comunicación lo que me gustaba, como buscando otro rumbo. Finalmente, decidí que no, que era el periodismo lo que me interesaba.

¿En ese momento trabajaste en algún medio?
-Fui haciendo colaboraciones para diarios locales. Cuando vivía en Liniers, ahora vivo en Caballito, hice algunas colaboraciones escritas en el diario local. Trabajé en radio “La Tribu” que es una radio alternativa que está también cerca de la Facultad.

¿Cuáles fueron tus primeros pasos con el periodismo?
-Justamente fueron estos. Empecé escribiendo para el diario de Liniers “Cosas de barrio”. Después en una revista de ecología. Y estuve en la radio haciendo producción y después tuve la oportunidad de estar en Telefé como productora. Luego de dos o tres años en producción, empecé como cronista, en 2001.


¿Ahí comenzaste en Telefé?
-En Telefé empecé en el ’99 como productora. Y así fue como di mis primeros pasos.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
-Me gusta la función social que tiene el periodismo, la llegada a la gente, las posibilidades que uno tiene de ayudar: primero, brindando información y en segunda instancia, haciendo que las cosas lleguen a quienes tienen que llegar. Creo que eso es lo que más me gusta. En último término, teniendo una mirada más general de la profesión.

¿Hay algo en particular que te gusta?
-Me gusta el hecho de pensar que hay noticias que cubrir, cómo cubrirlas, hacer entrevistas, contar historias. Todo eso me atrapa. La verdad es que a mi me encanta lo que hago. Es una gran cosa trabajar de lo que a uno le gusta. Estoy contenta con eso.

¿Viajás por tu trabajo?
-Sí, he viajado. No mucho pero he viajado. Ahora no estoy viajando tanto porque fui mamá hace seis meses. Entonces, como estoy en una nueva etapa de mi vida, estoy haciendo notas acá, en Buenos Aires. Pero sí, he viajado.

¿Cómo te las arreglás con tu hijo y el trabajo?
-Como toda madre que trabaja, que es profesional y se tiene que organizar. En este caso, lo cuida mi mamá y yo sigo trabajando. Como que una cosa no te impide hacer la otra. El hecho de ser madre va paralelo a la profesión.

¿Sos muy cumplidora, siempre llegás a horario?
-Sí, siempre, intento. Sí, sí, casi siempre llego a horario. Tengo un poco ese perfil de cumplidora. (Risas)

¿Querés agregar algo más?
-Me pareció divertido esto. Ustedes me dijeron que tenían que hacerle una nota a una famosa. ¡Y era yo! La verdad que me sorprendió. El hecho de estar en la tele me resulta algo cotidiano. Y por ahí es verdad que para otros no lo es tanto.

¿Por qué?
-Porque me ponen un nivel de exposición diferente. Quizás yo no lo tengo tan internalizado. O, por ahí, sí, lo tengo tan internalizado que para mí es algo cotidiano. Y por eso me sorprendió esto.

En síntesis, ¿Cómo me lo dirías?
-El hecho es que me gusta lo que hago. Y lo hago con responsabilidad y con el mayor profesionalismo. Creo que en el periodismo uno se expone o se pone en un lugar de habilidad mayor que otros. Y me parece que no hay que perder la vista de cuál es el tema del que te decía yo al principio: el hecho de esta función social que es el periodismo, interesante más allá de que la tele te da otra visibilidad y exposición.

Entrevista a Verónica Lozano

“CUANDO ERA CHICA NO SABÍA PARA NADA QUE QUERÍA ESTAR EN TELEVISIÓN”

Verónica Lozano es la cara femenina de “AM”, programa que se emite por TELEFÉ de lunes a viernes a las 9:30 hs. Actualmente está en pareja con Jorge Rodríguez con quien tuvo a Antonia, su hija de apenas 2 meses y medio.

Por Paola Raso y Nadia González

Llegamos a los estudios de TELEFÉ, ubicados en Matheu y Garay, a las 9:00hs con la intención de entrevistar a alguna figura del espectáculo. Estuvimos 10 minutos, aproximadamente, en la puerta del canal esperando a un conocido, que trabaja como escenógrafo, para que nos acompañara y facilitara el acceso.

A las 9:15 nos hicieron ingresar a un camarín, sin decirnos de quién era. Luego de atravesar la puerta, nos encontramos con la conductora Verónica Lozano, a quien estaban peinando y maquillando. Verónica nos recibió con una sonrisa y muy buena onda, pero con un poco de apuro, ya que en sólo 15 minutos debía empezar el programa que conduce junto a Leo Montero. Fue una gran experiencia entrevistar a una figura como ella, a pesar del poco tiempo.

Verónica nos contó que nació el 30 de mayo de 1970 en la ciudad de Bahía Blanca, en la provincia de Buenos Aires. Y, entre risas, reconoció que nunca más en su vida fue a esa ciudad. Mientras su asistente le ataba el cabello, la conductora confesó que se mudó a Buenos Aires “de chiquita” y que cuando tenía 5 años su padre se vino para la ciudad y ella se vino con él.

También aseguró que “cuando era chica no sabía para nada que quería estar en televisión” y mientras le daban los últimos retoques de maquillaje, recordó que su primera aparición fue recién “a los 26 años”.

Un asistente le hacía una seña para que se apurara. En ese momento, Lozano nos reveló que “antes de estar en esto, trabajaba como modelo, y estudiaba psicología” y que mientras trabajaba como modelo empezó a ir a castings para incursionar en la tele. Hasta que en 1997 quedó en uno que “justo se hacía en TELEFÉ. Era presentar videos a la mañana” para el programa “Aquí está tu hit”. Y así arrancó.

Al ver que Verónica Lozano ya no tenía tiempo para la entrevista, sólo pudimos agradecerle por su buena onda. Nos respondió con un agradecimiento por estar allí y nos dejó “un beso para todas”.

Entrevista a Lalo Mir

Me siento como pez en el agua”


Eduardo Enrique Mir, más conocido como Lalo Mir, tiene cincuenta y siete años. Nació el mes de junio de 1952, en San Pedro, provincia de Buenos Aires. Está casado y tiene dos hijas. Desde el comienzo de su adolescencia supo que la locución era lo que más le gustaba y le atraía. Hoy en día, Lalo es uno de los más importantes comunicadores en Argentina. Actualmente, además de trabajar en televisión, conduce “Lalo por hecho” junto a Maju Lozano en las mañanas de FM 100.

Por Micaela Paz y Gastón Meneguín

¿Cómo empezó su carrera?
-
Yo empecé trabajando en radio prácticamente de chico. Tenía catorce, quince años y me gustaba ir a mirar a una radio chiquita que había en San Pedro, el pibe que se va quedando... Y después, me vine para Buenos Aires a estudiar locución y me fue saliendo y de pronto me ví trabajando en radio. Pero fue así, como sin darme cuenta, empezó de pibe.

-¿Cuál fue su modelo a seguir?
-
No tuve un modelo específico, yo escuchaba a los grandes, que en aquella época eran: Antonio Carrizo, Héctor Larrea, Hugo Guerrero Marthineitz, Miguel Ángel Merellano, que fue gente que me fue marcando. Pero no hubo uno específico. Por ahí muchas cositas de mucha gente.

-¿Se siente cómodo haciendo radio?
-
Imagináte, hace como cuarenta años que estoy dentro de un estudio de radio. Es como estar en mi casa. Es lo más parecido a mi segunda casa. Muchas veces por ahí pienso que estoy más adentro que fuera de mi casa.
Pero ya me acostumbré a esto. Me siento como pez en el agua, es lo que me sale naturalmente, me divierte hacerlo. No lo considero casi ni un trabajo, salvo porque me pagan. Es muy placentero venir a trabajar.

-Sabemos que trabajó con Pergolini…
-
Con Mario trabajé en la época de la Rock & Pop TV. Si bien nunca trabajamos juntos en la radio, sí hemos hecho algunas transmisiones juntos, pero compartimos la Rock & Pop en el año 88/89. Ahí trabajamos juntos durante algún tiempo.

(Pausa)…

-¿De chico se imaginaba llegar a esta alturas?
-
No, absolutamente para nada. Nunca supe muy bien a qué me iba a dedicar.
Me sorprendí a mi mismo metiéndome en este asunto de la radio y las cosas se fueron dando. Es como que iba desarrollando un carretel y el hilo seguía apareciendo, seguía apareciendo todavía. Así que no me imaginaba.
Cada tanto me sorprendo y digo que loco hasta donde llegué y de pronto también me parece natural y el efecto sorpresa desaparece. Pero fue una cosa tan paulatina que no hubo un (expresión de impresión) ¡Guau! ¡Mirá vos!


-¿Realizó todos sus sueños?
-
Yo creo que ya he tocado techo. Tantos años haciendo esto, siempre me ha ido bien, siempre tengo los trabajos, siempre tengo proyectos nuevos, siempre están saliendo proyectos.
Yo estoy como hecho. Todo lo que me está tocando ahora es como un regalo. La vida me ha dado mucho, soy un privilegiado y no le puedo pedir más.
Sueños, sueños, no hay. Los sueños pasan más por afuera de la radio.
Pasan por laburar menos, por dejar de trabajar un tiempo y dedicarme a otra cosa.

-¿Y a qué le gustaría dedicarse?
-
Me gusta mucho la plástica, las artes visuales. De alguna manera estoy dedicado a eso también porque hago un programa en la televisión pública, que es programa sobre pintura, escultura, sólo de arte visual. Yo siempre lo tuve como un hobbie. Ahora estoy dedicado a eso, pero por ahí dedicarme full time, sí sería un sueño o una fantasía. La otra fantasía es tener mucho tiempo, tengo que esperar que mis hijas crezcan, que dependan menos de mí. Pero es eso. Irme a perderme.
Como en otras épocas lo hice meses, medio año, un año, estar perdido por ahí en otro lado, en la selva, en Asia , en cualquier lado, no sé, con una cámara o nada o tomando té en las esquinas. Pero tener un sueño es como una materia pendiente, mucho trabajo y poca diversión.

(Risas)…

-Sabemos que has ganado muchos premios…
-
Sí, tengo unos cuantos premios: unos cuantos Martín Fierro, tengo premio Prensario, tengo premio Clarín, tengo premio de acá, de allá. Hay premios, pero es una larga carrera, así que están buenos.

- ¿Qué sintió cuando recibió el primer premio?
-
Recibir un premio siempre es una emoción. Porque es eso, un premio. Y es como darte un empujón, es un incentivo. Y además el premio tiene que ver mucho con el oyente. El premio no solamente es para uno, tiene que ver con la vanidad y el ego y todo eso. Pero también es muy grosso para la gente que te escucha y te sigue. Cuando vos recibís un premio, es como que ella está premiada por haber elegido. Entonces están buenos por eso.
Son subjetivos porque los otorga un jurado y no es una carrera de Fórmula 1, donde gana el que llega primero y no hay duda porque llegó primero. Un premio es la sujeción de un jurado que dice ‘voto por éste, voto por aquel’. Cambiás el jurado y el premio cambia con el jurado. Por ahí va para otra persona, para otro programa, para otro proyecto. Pero están buenos porque en sí son intensivos y ayudan a disfrutar del laburo.

-Para terminar… ¿Cómo se sintió en la entrevista?
-
Muy bien me he sentido en la entrevista. Muchas gracias por estas preguntas y saludos para todos.

Entrevista a Ari Paluch

Una voz en el teléfono…

Ari Paluch nació en la ciudad de Buenos Aires el 24 de abril de 1962. Periodista consagrado en los medios en el ámbito del periodismo musical, está casado con Carolina (41), su mujer desde hace veinte años, y con quien tiene dos hijos, Nicolás (11) y Martina (9).

El conductor de “El Exprimidor”, programa que se emite por Radio Uno 103.1 FM de lunes a viernes de 6 a10 y de 18 a 20 hs., respondió muy amablemente a nuestras preguntas del otro lado del teléfono.

Por María Belén Grosso y Leonardo Bravo

-¿Cuándo comenzó a interesarte el periodismo?
- Desde muy pequeño elegí esta vocación. Yo tenía 5 años y ya jugaba con algún auricular que había aparecido ahí en casa y, me imaginaba que relataba partidos de fútbol, así que desde muy chiquito ya tenía ganas de hacer esto que estoy haciendo hoy en día, desde los cinco, seis años.

-¿Cómo fue tu infancia?
- Vengo de un hogar de clase media venida a menos. Entonces no tenía muchas opciones, pero eso fue un disparador porque como yo no me iba de vacaciones, no conocía el mar. A través de los medios como la radio o de la televisión me imaginaba que transmitía un programa de radio desde Mar del Plata, esas cosas. Después fue una infancia normal. Jugaba mucho al fútbol, me gustaba relatar partidos, me imaginaba que relataba partidos por la radio. Y después iba a un club, a la escuela primaria. Tenía ahí a mis amigos. Sí, bastante normal, por suerte.

-¿En qué momento te diste cuenta que esto sería sin lugar a duda la pasión de tu vida?
-No, esto me eligió a mí. Desde los cinco años que sentí esto, y después hasta el día de hoy me pasa lo mismo: siento que Dios me ha dado un don para la comunicación. Me gusta mucho cuando estoy delante de un micrófono, cuando escribo una nota. Y que aquello que empezó a los cinco años me acompaña hoy, cuarenta y dos años después.

-¿Y tus padres estaban de acuerdo con todo esto?
-Sí. Allá por los ‘80 podrían haberme cuestionado, decirme de qué iba a vivir. Sin embargo, me apoyaron. Seguramente en su momento hubieran preferido que yo fuera abogado, alguna profesión más tradicional. Pero por suerte me apoyaron. Vieron que mi vocación, mi pasión era muy grande y, por suerte, después las cosas salieron bien.

-¿Cuál fue tu primer trabajo con respecto a esta carrera?
-Y, en el año ‘85. La verdad que yo tuve la posibilidad de empezar por la puerta grande, porque presentamos un programa llamado Feedback con otro muchacho que se llama Mario Pergolini, y nos contrataron. Y nos fue muy bien. O sea que en mi primer programa de radio en el ‘85 yo ya estaba haciendo conducción.

-¿Y cómo fue para vos hacer este programa que fue el primer programa en vivo de la Rock & Pop?
- La Rock & Pop marca un antes y un después. Porque en Rock & Pop era todo grabado. Nosotros empezamos en FM Radio Continental. Te imaginás, la inexperiencia, los nervios. Se hace camino al andar, pero se ve que quienes nos convocaron nos vieron alguna cosita que podríamos desarrollar, y que por suerte fue así, porque Feedback se convirtió en un programa muy exitoso, que supo aprovechar muy bien la suma de aportes que hacíamos Mario y yo.

-¿Y por qué decidiste terminar con ese ciclo?
-La verdad es que estábamos creciendo hacia destinos distintos. Y eso se vio con el tiempo. A Mario le gustaba la cosa más transgresora, más tirando a la cosa más rockera. A mí me interesaba más la cuestión periodística, la información general. Y creo que fue lo mejor que nos pasó a los dos, porque cada uno pudo desarrollar su carrera con éxito.

-¿Qué sentís al saber que tu actual programa fue tan premiado?
-La verdad que es muy lindo. Pero cada vez que yo recibía un premio, a la noche me iba a dormir y dormía poquitito porque al otro día me tenía que levantar a las cuatro de la mañana. Y sentía que el premio era que al otro día mucha gente me estaba escuchando. Por supuesto que es lindo, pero también con los años aprendí a no depender de eso, porque sino cuando ganás sos un fenómeno, y ahora que hace un par de años que no me lo dan, soy un tarado. Entonces, agradecimiento. Pero hoy mi vida pasa por otro tipo de gratitudes. Pero igual, muy agradecido, muy lindo. Además por tu familia. Yo tengo a mi mamá que está viva, y te imaginás que para ella que te den un Martín Fierro es una gran satisfacción, o para tus hijos o para tu esposa.

-Con la gente, ¿cómo fue tu relación? ¿Te aceptaban?
-Mirá, la verdad que yo siempre tuve la fortuna que los programas que hacía iban bien. Pero en los últimos años hubo un clic, donde yo creo que la gente se ha fanatizado bastante, se han como muy copado, porque hice la mezcla de lo periodístico con lo humano, con lo espiritual. Así que yo creo que a partir del libro y de una serie de evoluciones que hice en mi vida, hoy en día hay un respeto mayor, y valoran la mezcla de un tipo que es periodista, y al que consideran creíble, con una persona que ha evolucionado espiritualmente y que les puede dar un producto más analítico, menos apasionado.

-¿Cómo fue que te involucraste en este camino de la espiritualidad?
-Yo creo que tarde o temprano a todos nos pasa. Con los años vas queriendo ser un poquito más sabio, menos necio. Te das cuenta que queriendo tener razón a cualquier precio, no ganas nada. Que por más que logrés los objetivos materiales, sino tenés paz, no sirve para nada. Así que hoy por hoy discuto de que me va bien profesionalmente, pero estoy mas en paz. Y es eso lo que yo considero espiritualidad: una sabiduría aplicada a la vida cotidiana que te permite una mejor calidad de vida, estar en paz, disminuir un poco el ego. Es básicamente eso, que llega con los años no. Te pasan cosas, estás insatisfecho, te das cuenta que tampoco tenés la vida comprada y empezás a ser más humilde. Es un cúmulo de cosas.

-¿Cómo definirías hoy en día, al Ari Paluch de diez años atrás?
-Mirá, pienso que era una persona que estaba haciendo algo parecido a lo que hago hoy, siempre trabajando en los medios, pero estaba como más pendiente de los resultados, estaba más ansioso, estaba más gordo, estaba menos en paz. Hoy en día creo que se mantiene aquel Ari al que le encanta lo que hace, que tiene inquietudes, que tiene alguna rapidez mental, pero que la sabe compensar también con estar más sereno, con estar menos pendiente de las cosas y eso me hace mejor.


-¿Y cómo fue que decidiste escribir tu primer libro?
-En realidad, yo leo mucho. Y estaba leyendo muchos libros de superación personal, de espiritualidad, y me convocaron de Planeta para escribir un libro sobre El Ser Argentino. Es un tema que les respeté, pero les dije que yo no tenía interés en hacer este tipo de libro, que en ese momento quería escribir un libro y quería que a la gente le pasara lo mismo que me pasaba a mí cuando leía estos libros. Y fueron muy generosos conmigo, porque me dijeron que si. Después el libro se vendió muy bien. Y a mí me pasa que la gente me dice: “che, con tu libro me pasa tal cosa…”, que es algo parecido a lo que a mí me pasaba con otros libros que leía. Así que estoy muy agradecido. Y ahora estoy en las últimas noches cerrando el segundo Combustible Espiritual.

-¿Cómo vivís hoy el día a día en tu vida?
-Y justamente lo mismo pasa así, día a día. Tengo épocas, como todo el mundo, de mayor ansiedad, pero no cabe nada por sentado. No es por sentado que mañana voy a estar vivo. Por supuesto que a los efectos prácticos, sí. No hago planes a largo plazo, trato de disfrutar lo que me pasa, y trato de vivir día a día, aunque por supuesto con algunas cuestiones a nivel práctico que sé que tengo. Sé que ya tengo la plata preparada para pagar la patente, o sé que la semana que viene tengo que hacer un viaje a Córdoba, pero si no, día a día, sin dar nada por hecho, y tratando de involucrarme en el aquí y ahora.

-¿Qué esperás para tu vida y tu carrera?
- Te repito, estoy más que nada en el día a día, pero si pudiera y Dios así lo decidiera, seguir haciendo lo que me gusta, en paz, y dando lo mejor de mí mismo, ojalá…Porque cuando uno da lo mejor de uno recibe lo mejor de los otros.

-¿Tenés otros planes de trabajo a futuro?
-No. En este momento estoy haciendo muchas cosas: estoy escribiendo el libro, haciendo radio, haciendo televisión, escribo en el diario El Cronista, tengo un blog en Terra. La verdad que tengo muchas cosas. Así que por ahora estoy muy contento y muy agradecido por lo que tengo.

-¿Estás escribiendo un nuevo libro dijiste?
-Sí, sí, estoy por entregar el nuevo libro que tiene que ver también con el Combustible espiritual.