Entrevista a Guillermo Mármol

““SI NO HAY MÚSICA, NO HAY CANCIONES”

Guillermo Mármol tiene 32 años y es profesor de Historia en el Instituto Santa Lucia de Florencio Varela. Además, es el cantante de la banda punk Eterna Inocencia. Nos contó un poco en su casa de Quilmes, sobre sus influencias en la vida, la historia y las ideas de la banda y cómo hizo para relacionar sus tres pasiones: la historia, la música y el skate.

Por Valeria Camarotta














¿Qué te motivó a ser profesor de historia?
El Punk Rock. Cuando empezamos a armar Eterna… en el ’95, empezamos a conectarnos con las publicaciones independientes, con los fanzines (N.de R: abreviatura en inglés de fan's magazine, revista para fanáticos) y ahí había muchas palabras, muchos términos, por ejemplo: acción directa, solidaridad, autogestión. Yo pensaba que aparecían por primera vez. Después me enteré que el movimiento obrero de principios de siglo vinculado al anarquismo y al socialismo, usaban los mismos términos. Entonces, a partir de ahí empecé a buscar y a leer material sobre anarquismo. Busqué lugares en Argentina, en Buenos Aires y caí en Capital Federal. Por un par de lugares empecé a revisar un poco la prensa obrera de principio de siglo y ahí fue cuando más o menos ya estaba decidido a hacer Historia.

¿Podemos decir que esa es tu influencia?
Yo estaba seguro de que quería algo vinculado con humanidades. Iba a seguir periodismo, hice el Ciclo Básico para periodismo. Después me cambié porque quería hacer sociología, y me quedaban un par de materias del CBC que no eran de esa carrera. Y tuve que hacer un par de materias de más, y encima las di mal. Entonces, como no quería llegar a casa y que mis viejos me rompieran la cabeza, me senté ahí con la Guía del Estudiante a mirar si había alguna carrera en la Universidad que coincidiera con el Ciclo Básico que yo tenía, con las seis materias que yo había metido. Y entre esas estaba Historia. En realidad me cambié a la fuerza, pero yo lo defiendo como el mejor accidente de mi vida, porque en el imaginario mío (como sociólogo o como periodista, no sé bien qué quería ser), pero estaba seguro que iba a terminar siendo docente y probablemente profesor de Historia.

A la hora de componer, ¿volcás el conocimiento de tu trabajo?
Sí, seguro, pero no lo hago de una manera consciente, porque me parece que la gran diferencia que hay, digamos entre la Historia como ciencia social y la banda, es simplemente el arte y la razón. Es decir, dentro de lo que es la Historia y la disciplina, propiamente hay un método, entonces uno lo tiene que respetar algunos parámetros para el análisis. En cambio en el arte, uno puede ser tranquilamente un irreverente.

¿Hay algún tema de Eterna… en especial que te haya marcado más?
Una de las que más me gusta, es Cartago, un tema muy metal del último disco, que hace como una analogía, un parecido entre dos momentos históricos, en cuanto a potencial militar. Uno es el momento de las guerras púnicas, de Cartago, la colonia fenicia, en el norte de África lo que hoy es Túnez, y las tres guerras que se tuvo que bancar por presión de los romanos, por el control de Sicilia y también de todo el control del norte de África.
Y hace un poco de juego de palabras, con toda la zona de acá atrás, de Monte Chingolo. Nosotros estamos ahora en el partido de Quilmes y el batallón de acá atrás, en 1975 tuvo la última gran acción de PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores).

Entonces…
A lo largo de la letra va apuntando a eso de imágenes parecidas, por ejemplo de los cuerpos pudriéndose al sol, está de los dos lados: en Túnez y en el testimonio de los pobladores de lo que era en ese momento la barriada, el hubo mucha gente de los movimientos populares de los movimientos villeros de la zona, que sufrieron la represión y literalmente hablamos de helicópteros tirados contras las casillas cosas así. Y todavía eso esta poco investigado. Por ahí está un poco más investigado lo del cuartel, pero no lo que pasó alrededor del cuartel. Entonces la letra hace como una referencia a eso. En algún momento por ejemplo, Asdrúbal es el hermano de Aníbal. Aníbal es uno de los capos de la resistencia cartaginesa contra Roma. Y Asdrúbal también es el hermano de (Roberto) Santucho (Uno de los máximos dirigentes del PRT) que está directamente involucrado también con la operación. Me pareció que eso es una de los puntos más altos a nivel metáfora del grupo.

¿Qué influencias tenés en la música?
Yo me crié escuchando toda música dark, por mi hermano, en los 80. Con mi hermano empezamos a escuchar a The Cure, Joy Division y de ahí un millón de grupos. También grupos de punk como los Ramones, los (Sex) Pistols y muchas otras bandas, para ese entonces un poco menos conocidas. Muy poca gente escuchaba esa música en ese entonces. Cuando yo empecé a salir a los recitales tomaba referentes como El Otro Yo, Los Brujos, hasta eso y como eran los 90 eso era lo más cercano a una protesta, por lo menos lo que entendía yo, el inconformismo que manejaban los grupos esos. Y después la ruptura total fue cuando leí un fanzine. Una chica amiga tenía un hermano que hacía un fanzine.

¿Por qué?
Yo ya andaba en skate y el único vínculo que tenía con todo eso era el skate.
Este pibe andaba en skate y me dio un fanzine. Yo no sabía lo que era. El primer momento en que lees el fanzine, que experimentas y sos consciente, es maravilloso. En su momento fue muy fuerte y esto fue determinante. Llegó primero la prensa que la música. Con esto vino Fun People Dag Nasty, NDI (NO DEMUESTRA INTERES) pero tampoco era algo que me gustara honestamente. El hardcore New York nunca me llamó la atención; me gustaban si las líricas que es algo que yo llegué a leer, pero no viví cosas que para otros pibes fueron formativas y que estuvieron re zarpadas. El primer disco Anesthesia fue en ese punto muy claro En cambio, en Fun People aparecía la propuesta. A partir de ahí, apareció también Bad Religion, Nofx, cosas internacionales y un montón de bandas. Ahí me volqué al hardcore punk.

Si bien algunas de sus canciones evocan mucho lo que es andar en skate, ¿Qué parte de tu vida representa el skate?
Todo, porque gracias al skate empecé a tocar ese estilo de música, y el skate fue lo que a mi me permitió acceder a bandas. El skate va cargado de mucho inconformismo también para el skater, para un pibe por lo general no está muy identificado, ni con los valores culturales ni deportivos.
El skater en ese aspecto tiene una cuestión, me parece que trasciende el skate en si, el objeto, es una cuestión cultural…y a mi me dio también, muchas de mis mejores amistades. Y nos pasamos entre la sala de ensayo y el skatepark.













¿Cuándo empezaste a andar en skate?
En el ‘87 empecé andar. En ese verano, mis viejos me regalaron la tabla, sugerencia de mi hermano que andaba un poco, y él me enseñó a pararme. El skate es 10 años antes que Eterna…Anduve muy fuerte a mediados de los ’90, cuando estaba con Eterna…, cuando recién empezaba, hasta el 99. Después me metí más a militar. Ya estaba más vinculado a todo el anarquismo, y ahí es como que dejé de andar. Muchos dejamos de andar en realidad, porque coincidió con el momento donde empezamos a tener otro tipo de responsabilidades: algunos tuvieron familia, algunos tuvieron que ir construyendo sus propias historias, sus casas, entonces se asociaba el skate a otro momento. Un error, porque al final, de grandes, nos terminamos dando cuenta lo que nos distendía era salir a andar. Entonces hace 4 años atrás, empezamos a andar los mismo que no nos veíamos hace un montón de tiempo

¿ Porque el nombre de Eterna Inocencia?
Porque cuando empezamos, muchos de los que en ese momento tocábamos, íbamos a obras de niños, y nos conocimos así. Yo por ejemplo, trabajaba en un hogar de niños que se llama “La Casa Niño Gotita de Amor”, con el que todavía estamos vinculados. A veces hacemos algún recital donde hay que llevar un alimento. Otro de los chicos trabajaba Burzaco, en otro hogar. El pibe era muy sano. Tocábamos los viernes a la tarde nos juntábamos e íbamos a los hogares. Teníamos ganas de hacer cosas y mucha voluntad, nos identificaba eso. Y de ahí salio el nombre. En el momento decíamos que la idea era defender los derechos del niño, formaba todo parte del imaginario del momento y es donde focalizábamos la energía.

¿Las letras las escribís vos o todos aportan?
En Eterna las letras las hago yo. En particular es algo que me encanta. En el último disco creo que Ale (Navajas, bajista de Eterna Inocencia) metió alguna de las letras que cantó, pero de cada 100 temas, 98 los escribí yo. En realidad fue como se fue dando, no es algo que sea así, por que yo quiera, sale. Por ejemplo, Roy (Ota) directamente habla con la guitarra y realmente se expresa por el instrumento.
Con la otra banda, Los Ingobernables, ahí si hacemos las letras entre todos, porque es muy divertido. La banda es muy directa y es bastante irónica y ácida, me parece que es la diferencia con Eterna…
En Eterna… pienso el tema sobre el cual voy a trabajar y ahí voy armando la letra, pero si no hay música no hay canción. Eso seguro. Primero está la melodía.

¿Cual es la diferencia entre Los Ingobernables y Eterna Inocencia?
Eterna… apunta como a otro lugar, quizás un poquito más cuidado.

¿Qué opinás sobre el lucro que se hace con la música independiente?
Creo que cada uno sabe con qué se mete y en dónde se mete. Hoy en día es muy fácil hacer guita con cualquier cosa. Algunas personas prefieren juntarse con esa comercialización tan barata de algo tan puro y sincero como las letras que hoy hacemos. No voy a nombrar a nadie, pero a nuestros alrededores tenemos muchas de esas personas y bandas por el sólo hecho de tener o llegar más alto que los demás…
El artista tiene que estar bien tratado, y es digno vivir de la música para mi es lícito. Eso no puede quedar en discusión. El artista que quiere firmar con un sello discográfico y que le vaya bien, todo eso me parece bárbaro. Ahora si a mí me preguntás qué es lo que quiero con mi propuesta y con mi banda, eso NO! Para mí no funciona así: si bien la música implica que las tres bandas que tocan con vos paguen para tocar, eso para mí no está bien. Y yo no quiero vivir así de la música. Si vivir de la música implica traicionar los principios sobre los que vos trataste de construir Eterna Inocencia en 15 años, eso estaría mal.

¿Qué es lo que sacás en limpio manteniéndote independiente?
Creo que si Eterna cambia, automáticamente la gente no vendría más. Ya es algo que transciende a los propios integrantes del grupo. Sinceramente lo vemos como la esencia de la banda.

Eterna Inocencia refleja mucho en sus canciones lo que es la actualidad y nuestra historia, ¿con qué tipo de visión encaran ustedes la realidad que vivimos y que nos tocó vivir?
De nuestra experiencia cotidiana. Pero siempre sin intención de bajar línea.
Por ejemplo una canción, “Sin quererlo mi alma se desangra”, es la que más me describe, es una canción de ruptura. Imagínate que hay gente que me escribe por el disco que se llama Las palabras y los ríos. Los mails que recibo de Santa Fe, Entre Ríos, de la gente que vive en la zona del litoral, de las islas, de todas las zonas de Paraguay y el Uruguay. Mucha gente te escribe diciéndote que se siente identificada y eso es maravilloso, porque realmente uno por ahí no puede explicar la trascendencia… no tomas conciencia…Hay historias que hacen que uno diga ‘esto es maravillo’ y creo que lo mas maravilloso es como esa gente llega a escucha Eterna.., porque nadie la bombardeó todo el día en la radio con una planilla fija. Que bueno los que llegan al grupo por el boca a boca, que es la mejor forma de llegar

¿Qué cosas rescatas y cuáles no desde que Eterna subió por primera vez a un escenario hasta el día de hoy?
Y no hubiera firmado contrato, en su momento, con otro sello independiente como Lee Chi. Pero no por el gordo (dueño Lee Chi). En realidad el problema no era Lee Chi. El problema si me pongo a pensar, era YO. Ahora lo vería innecesario, es un paso que me saltearía. Pero creo que eso sería lo único.
Y después no tengo más que palabras de agradecimiento, porque si me pongo a contar la cantidad de cosas que me dio la banda, la satisfacción en cuestiones materiales, cosas re locas, no materiales, que se yo, amores, amores en el sentido de construcción, de algo con una persona. En algún momento, trabajo para mí o para algún conocido. Y de conocer gente, miles de cosas situaciones con el grupo que fueron increíbles y me trascendieron lo musical.

Eterna Inocencia es muy popular en la movida under de la música. E n qué momento miraste alrededor y viste todo lo que generó y construyó la banda en la gente?
Hace un par de años. Por ahí antes me decían algo y decía ‘tengo una banda’, y me preguntaban como se llama y le decís Eterna Inocencia y me decían:” ah, pero esta banda la conozco”. Hace 2 o 3 años, no me pasaba. Siempre hay algún conocido o algún amigo, compañeros de trabajos docentes que tiene hijos o que van a otras escuelas y los pibes le dicen y les preguntan si me tienen a mí de colega de trabajo, cosas así. Esas fueron las situaciones que me hicieron evidenciar que algo estaba pasando.

¿Qué sentís cuando se presenta esta situación?
Ahora me acostumbré bastante. Al principio era medio shockeante, pero ahora ya aprendí como a convivir con las dos cosas. En un momento me parecía un poco incompatible el laburo y la banda. Y ahora no, nada que ver. Todo lo contrario, me parece que es súper compatible, se fue dando así. Y ese soy yo: profe, historiador y rocker. Las tres cosas juntas. Y skater.

¿Cómo hiciste para unir tu profesión con la banda?
Te lo resumo: todos los que escuchan Eterna...son pibes que los doblo y mas en edad. Y yo quiero (porque los estimo) ponerles fichas. No quiero que no estudien, al contrario, los quiero tratar de orientar. Por ahí escuchan Eterna…, o no. Por ahí disfrutan pasar la cotidianeidad conmigo. Tienen momentos de bajón, son adolescentes, son chicos que se enojan, son chicos que a veces no quieren estudiar, son chicos que a veces se ofenden… Entonces, en el día a día, todo es mágico para el que lo ve de afuera. Dicen: ‘mirá, Guille enseña en la escuela’. Y cuando convivís dos o tres años, te conocen como te conoce tu vieja. Y Eterna… fue, y todo fue. Y sos el profesor. Pasa a otro nivel la cosa. Por ahí se enojan y es ahí cuando es difícil sostener la relación. Pero igual, siempre bien.














¿A qué adjudican el crecimiento de la banda?
A que dejamos de hacer todo lo que tiene que hacer una banda de rock para trascender. A que nos dedicamos a tocar adentro de una sala de ensayo y a reírnos los cuatro y a disfrutar. A decir un par de cosas también en las que no estábamos de acuerdo y cuando paso eso nos cagamos en todos y nos dedicamos a disfrutar. Me parece que esa energía se notó y fluyó de esa manera y la gente la captó. Hicimos todo lo posible para eso.
A mí verdaderamente, no me interesa poner un agente de prensa que le insista a un periodista y que el periodista con su buena o mala tarde y su trabajo venga a entrevistarme sin tener noción de lo que hago. Creo que después de 15 años de historia, tengo una historia para contar. Si está interesado, se la cuento. Pero si no, me voy a laburar. No voy a perder una tarde para ir a un lugar para alguien que no quiere escuchar.
Al tener cada uno su propio empleo, nadie necesita la plata de la banda. Entonces, fue ahí donde decimos a la mierda con todo, gracias a Dios hay una cantidad de personas que te aportan los recursos para que vos puedas tener el estudio, seguir sacando discos, grabar y después, ya fue.

Viniendo de discos como ‘Las Palabras y Los Ríos’y ‘La Resistencia’ donde predominaba lo melódico, ¿por qué Eterna volvió al sonido crudo de su etapa inicial?
Porque venía acompañado de todas esas prácticas que vos ves ahora, de abrirlas hacia otras bandas nuevas, de esta publicación del Disco del Sembrador. Entonces, decidimos volver a los 90, volvemos con todo, estábamos motivados y a la vez, realmente sentíamos que, como los pibes en un skatepark, que nadie mejor que nosotros podía hacer eso, honestamente, porque lo habíamos vivido, porque lo habíamos sentido, porque ya habíamos descansado y porque ahora lo retomamos. Fue esa la decisión. No en el momento de componer. Fuimos componiendo en una manera poderosa, porque la etapa lo indicaba y tenía que salir con esa fuerza.
Pero sí, se respetó de manera orgánica a la obra, por ejemplo, el orden en el que vos escuchas el disco. No es un orden elegido post, fíjate que hasta ese punto está pensado el disco. Los temas están grabados en el orden en que fueron concebidos. A medida que fueron saliendo de la sala de ensayo, nosotros nos íbamos acordando. Y se grabó como estaba. Y el disco tiene cientos de sesiones previas de grabación.

¿Qué te llevó a tener una banda paralela, Los Ingobernables?
En ese momento Ale (bajista de Eterna Inocencia) estaba trabajado poco, estaba de novio con mi hermana, estaba en qué iba a ser, qué iba a estudiar y tenía lo que tiene ahora, una gran capacidad para componer. Él había tocado en una banda de Entre Ríos, llamada Ánimo. En su momento fue súper trascendental para la escena, hacían fanzine y todo. Entonces lo agarramos a Manu que había sido el batero de Ánimo con Ale y después lo agarré a Edu (guitarrista de Ingobernables) y lo llamé. Después lo llamé al Kechu, que es una de las amistades del skate. Con él toqué en Eterna… Kechu grabo “Días Tristes”, y lo tengo como amigo desde el año 97. Así de una armé la banda. Los fui llamando. No se conocían entre ellos, así que literalmente los presenté en una sala de ensayo y les dije a todos que nos iba a ir muy bien porque todos eran grandes personas. Y que lo único que había que hacer era tocar y conocerse. Y empezó así: nos juntábamos todos los martes a ensayar como a jugar a la pelota,

¿Todos conocen los temas de las 2 bandas?
Todos saben los temas de Eterna… y todos saben los temas de Ingobernables, es todo una familia como tenemos todos el mismo espacio, la misma sala de ensayo, ahora no porque nos fuimos y estamos buscando lugar, pero mientras se grabó el disco, durante 5 años estuvimos un espacio propio y las comidas se hacían ahí, es un grupo de amigos, UNA GRAN FAMILIA!
Los Ingobernables…son maravillosos, porque la última vez cuando presentamos el disco en Grooveland, vinieron como 300 personas. Para los pibes fue increíble. Para mí que son mi grupo de amigos, poder compartir con ellos eso y hacerlos formar parte de una película, es maravilloso. Somos una banda de la cual estamos orgullosos, porque nos gusta la propuesta del hardcore más duro y explícito
Generalmente la banda paralela viene para destrozar a la banda principal. Pero lo que pasa es que es que Eterna… y Los Ingobernables son muy diferentes. Cuando yo empecé a grabar los temas de Ingobernables, Eterna… estaba en La Resistencia, estaba en otro mambo, más rockero, mucho más lento. Y después Eterna… es como que se ingobernabilizó (SIC).

¿Qué mensajes les dejarías a las bandas que están apareciendo?
Primero: perseverar, que es fundamental. Si uno cree que tiene algo para proponer y cree en la propuesta, la perseverancia es la base, tiempo y además la dedicación. Pero sin tiempo es difícil, es muy difícil que las cosas en poco tiempo se den, el camino es largo.
Eso por un lado, la perseverancia y que traten de juntarse por afinidad, que es otra herencia que nosotros tuvimos de todo el movimiento y la cultura libertaria y nos funcionó mucho: tratando de juntarse por afinidad con otras bandas, siendo transparentes, siendo sinceros y tratando de resolver los problemas que hay enfrente.
Hay gente que lo siente, nosotros con los MLC, Da-skate, Futuro Imperfecto, Los hermanos de la mente furiosa. Te nombro las bandas del Disco del Sembrador como Benny Barcelona, porque son bandas que llegamos a ese nivel de empatía, los Setiembreonce de Uruguay, a ese nivel de conexión.

¿Discos del Sembrador es un sólo sello más?
Discos del Sembrador no es un sello de Eterna…, es un sello de todos en definitiva y ellos le dan fuerza al sello, porque son la sangre nueva que trae la propuesta nueva. Nosotros somos muy conscientes, no somos nosotros que promovemos a bandas nuevas. Si la banda es nueva, la propuesta es nueva y benefician también el desarrollo de la propia escena incluyendo a Eterna… entonces hay que tratar de ir conociendo gente e ir juntándose por afinidad, hay que hacer música así de una y tratar que en esas juntadas por afinidad no sean justamente pagar para tocar: juntarse para juntar energía, no plata.